Flota Auxiliar
También fue esta una iniciativa pionera. Con objeto de aprovechar las posibilidades de colaboración que ofrecen las embarcaciones privadas, especialmente las deportivas, durante su navegación a lo largo de nuestras costas y en sectores de pesca y recreo, se organizó la "Flota Auxiliar de la Cruz Roja del Mar"
Dicha flota estaría compuesta por embarcaciones deportivas cuyos patrones, identificados con nuestra misión pero sin posibilidades de quedar sujetos a las obligaciones propias del servicio, desearan colaborar mientras estuviesen en la mar.
En la Flota Auxiliar podían inscribirse toda clase de embarcaciones, con la única condición de disponer de radioteléfono con las frecuencias utilizadas por nosotros, sin que tal inscripción implicase compromiso alguno, quedando reducidas sus obligaciones a informar a la Base de su salida de puerto y zona de navegación, para coordinación de servicios, y a realizar los servicios que les fueran encomendados y hubieran sido voluntariamente aceptados en cada ocasión.
Dicha colaboración se limitaría a servicios auxiliares y de prevención, tales como notificación de siniestros, búsqueda y rastreo, remolque de embarcaciones menores averiadas y otros servicios menores que pudieran acontecer en su zona de navegación.
Igualmente, informaban de cambios de tiempo imprevistos y de cuanta información pudiera ser de interés para la seguridad de la navegación.
Los patrones de la Flota Auxiliar se guiaban por unas sencillas normas:
"Fomentarán la mutua colaboración y ayuda en la mar y desarrollarán cuanta labor humanitaria puedan realizar en favor de las gentes del mar, con total desinterés"
"Actuarán con iniciativa propia cuando sea necesario o en apoyo de la Cruz Roja del Mar cuando sean requeridos y así lo acepten"
A cada embarcación se le abría una ficha con los datos básicos para su identificación - útil en el caso de necesitar ayuda - incluyendo también detalles de la amplitud de los auxilios que podría prestar.
Dichas embarcaciones eran objeto de seguimiento mientras estuviesen en la mar, lo que representaba un plus de seguridad y, lógicamente, los servicios que se les asignaban eran los pequeños auxilios citados y otros que no comprometieran su propia seguridad.
Estaba previsto dotarlos de una pegatina para que pudieran exhibir el distintivo de la flota así como distinguir anualmente al patrón que más eficazmente hubiera contribuido a los fines de la Institución.
Años más tarde, lo que era algo exclusivo de nuestras costas, se implantó en todo el litoral español. Pero la idea también fue recogida veinte años más tarde por la Real Liga Naval Española, que es una Asociación de utilidad pública cuyos fines son la promoción ante todos los españoles de los intereses marítimos de España.
La Liga Naval organizó la "Patrulla Auxiliar Marítima" y firmó en 1993 un Convenio de Colaboración con Salvamento Marítimo. Sus normas y organización son un reflejo de lo que fue nuestra Flota Auxiliar. Nuevamente, nos anticipábamos 20 o 30 años a lo que sería el salvamento marítimo más allá del año 2000.
Esta es la ficha que los coordinadores de salvamento tenían a la vista
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